Las manchas de humedad y su color

Las manchas de humedad no le gustan a nadie. Primero, por estética. Todos hemos tenido alguna vez que limpiar paredes con humedad sin saber muy bien cómo y no es tarea fácil. Segundo, porque son la muestra externa de un problema que puede estar ocurriendo entre los muros o en el tejado de la casa y eso siempre entraña cierto riesgo.

Tercero, porque tener humedades en las paredes o el techo de nuestra vivienda está relacionado con el agravamiento de enfermedades respiratorias como el asma y varios tipos de alergia. Si alguna persona de la familia padece esta condición, hay que vigilar el problema muy de cerca, sobre todo si conviven bebés o ancianos.

¿Por qué aparecen las manchas de humedad?

Por mal aislamiento de tejados o muros, por filtraciones de agua de algún sanitario que pierde o alguna fisura en una tubería, por exceso de vapor de agua derivado de algún electrodoméstico en alguna habitación que no tiene buena ventilación… El motivo poco importa cuando lo fundamental es detectar cuanto antes, según el color de cada mancha, dónde puede estar el problema y solucionarlo a tiempo.

¿Qué nos dice el color de las manchas de humedad?

En términos generales, sabemos con qué problema de humedades nos hemos topado dependiendo de si la mancha es de color gris o negro, amarilla o amarilla con bordes marrones, o cuando simplemente se ha levantado la pintura. A lo largo de este artículo trataremos de identificar cada causa con su color de humedad para, de una vez por todas, saber cómo quitar manchas de humedad en la pared.

¿Qué significa la humedad amarilla?

Puede que hayas detectado en casa, en las esquinas donde se une la pared con el techo, unas manchas amarillas en la pared. Estéticamente, seguro que te molestan. Lo que igual no sabes es que conviene arreglarlas cuanto antes para que no reaparezcan una y otra vez.

Cuando son manchas de humedad, hay que ir a la raíz, a la causa. La más habitual en el caso de las manchas de color amarillo (o amarillo con bordes marrones) es lo que se llama humedad por filtración. Una tubería con una fisura, un sanitario que pierde agua y esta se va metiendo por los muros… Ese agua va arrastrando partículas de óxido solubles en agua, presentes en los materiales de la construcción, y de ahí su color amarillo.

Las manchas negras, por su parte, pueden provenir o no de una filtración, y muchas veces son debidas a una acumulación excesiva de vapor de agua en la habitación. En realidad, son mohos. Ocurren sobre todo en baños y cocinas pero también por culpa del mal uso o abuso de humidificadores.

En estos casos hay que tener en cuenta que la primera medida de prevención (más allá de que, estructuralmente, la habitación pueda tener problemas de aislamiento, se haya roto una tubería o la salida de agua de un sanitario y esa sea una de las causas de las manchas amarillas en el techo) es asegurarse de que esa habitación se ventila bien. Si el baño no tiene ventana, instalar un sistema de ventilación con extractor y/o poner una máquina deshumidificadora resulta de mucha ayuda.

En ocasiones, las manchas negras en la pared –es posible que tú las veas más grises que negras- se producen por filtraciones de agua de la calle a la casa, de un piso a otro o de una habitación a otra. Una bañera mal aislada, un retrete que pierde agua… En ese caso, muchas veces la mancha no se aprecia hasta que el problema es grave, en cuyo caso es preciso llamar a un equipo experto que localice el problema y lo solucione cuanto antes. En cuanto veas una mancha como de moho, ponte manos a la obra.

Cómo quitar manchas de humedad antiguas

A veces te mudas a una casa que, por el modo de vida de los anteriores inquilinos, tiene algunas manchas negras de moho en el techo. Descartado que haya algún problema que haya que atajar y en caso que quieras simplemente dar una capa de pintura, conviene primero intentar limpiar esas manchas.

La técnica es sencilla y al alcance de todos: se mezclan unas cucharadas de bicarbonato sódico con agua sin que quede una mezcla muy espesa. A continuación, se va pulverizando con cuidado, rociando la zona mohosa poco a poco. Si la mancha es importante, se puede extender el líquido con ayuda de un cepillo.

Hay que dejar actuar el limpiador casero unos minutos y después pasar un paño mojado. Si es necesario, se repite la operación. Cuando el área está totalmente seca, ya se puede pintar encima.

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