¿Cómo quitar el gotelé?

El gotelé es un acabado tan amado como odiado. Si eres de los segundos, seguramente te hayas sentido tentado a quitarlo en más de una ocasión.

Una de las formas de quitarlo es mojando la pared, rascando y lijando. Un trabajo tedioso y para el que hay que tener una gran pericia, pues no es fácil conseguir una superficie perfectamente lisa. La otra forma de hacerlo es aplicando una pasta o yeso sobre el gotelé y, posteriormente, lijando las imperfecciones.

Te contamos cómo llevar a cabo los dos procesos para que puedas disfrutar de unas paredes lisas en toda tu casa.

Tipos de pasta para quitar el gotelé

Existen dos tipos de pasta para cubrir el gotelé:

• En polvo: se comercializa en sacos o cajas. Para su utilización, hay que mezclar el polvo con agua en la proporción que indique el fabricante, y remover bien hasta conseguir una consistencia parecida a la de una papilla.
• En pasta: viene en un formato listo para usar, es decir, no hay que mezclarlo con agua.

Preparación previa

Tanto si vas a rascar los granos de gotelé como si vas a cubrirlos con pasta, lo primero que debes hacer es preparar bien la zona. Protege todos los cercos de puertas y ventanas con cinta de carrocero, retira los embellecedores de enchufes e interruptores, cubre el suelo con cartones o papel, y como recomendación extra: sella las fisuras de los armarios con cinta de pintor para que queden herméticos y evitar así la entrada de polvo.

Después, elimina los desconchones y grietas de la pared con ayuda de una espátula y aplica pasta de relleno donde sea necesario.

¿Cómo quitar el gotelé hecho con temple?

La pintura al temple está hecha de tierras, sosa y colas vegetales, lo que hace que sea un material muy delicado que puede desprenderse incluso pasando un trapo húmedo por encima. Es la pintura que suele usarse para hacer gotelé y la buena noticia es que, por sus características, es más fácil de eliminar que la plástica.

Por ello, en estos casos se suele hacer lo siguiente:

• Moja la pared salpicándola con una brocha sumergida en agua. Ve mojando la parte de la pared que se vaya a rascar, y no toda de una vez.
• Con la pintura reblandecida, rasca la superficie con una espátula.
• Una vez retirados los granos, lo normal es que se descubra que la pared no está nivelada, por lo que habrá que usar emplaste para dejarla completamente lisa.
• Aplica el emplaste con una llana, con un movimiento de abajo a arriba y colocando la hoja en un ángulo de 45 grados de esta forma:

• Cuando se haya secado, aplica una segunda capa de pasta para un mejor resultado.
• Una vez seco, lija todo con un taco de hoja de lija fina para que quede más liso.
• Revisa si ha quedado alguna imperfección colocando una fuente de luz a ras de la pared.

¿Cómo cubrir el gotelé con pasta?

Tanto si la pared tiene pintura plástica como si quieres ahorrarte el trabajo de raspado, lo mejor es utilizar esta técnica. Los pasos son los siguientes:

• Humedece la parte de la pared que vas a cubrir (salpicando con una brocha empapada en agua).
• Si la pasta elegida es en polvo, haz la mezcla.
• Con la ayuda de la espátula, pon una cantidad de pasta sobre la llana y comienza aplicarla por la pared. Haz movimientos de abajo a arriba con la hoja de la llana en un ángulo de 45 grados. Después, haz barridos para perfeccionar el acabado.
• Deja secar. Con una rasqueta de plástico lisa haz varias pasadas verticales, horizontales y en abanico.
• Aplica una segunda capa de pasta (esta vez tiene que tener una consistencia más líquida). Ayúdate para ello de la espátula de tendidos. Alisa en todas las direcciones para eliminar todas las marcas que hayan podido quedar.
• Una vez seca la pared, utiliza un taco de hoja de lija fina para rematar el acabado. Lija haciendo movimientos circulares en las zonas donde más lo necesite.
• En todo momento recomendamos usar luces a ras de la pared para tener bajo control las imperfecciones.

No hay mayor satisfacción que el trabajo hecho por uno mismo, pero en este caso hay que tener en cuenta que se trata de una tarea pesada, que requiere mucho esfuerzo físico y que lleva mucho tiempo. Además, conseguir una superficie perfectamente lisa no es fácil si no se tiene habilidad con la llana. Por suerte, podemos contar con profesionales con gran experiencia que podrán hacer que nuestras paredes luzcan tan lisas como siempre hemos soñado.