En todo hogar existen ciertos elementos y electrodomésticos claves que requieren de un especial cuidado y mantenimiento, sobre todo en los meses de verano. A todos nos ha surgido alguna vez la duda de si es mejor apagar la caldera o dejarla encendida en el estío.
Durante los meses de altas temperaturas no necesitamos utilizar el sistema de calefacción y por lo tanto, interpretamos que, la caldera ya no es necesaria, sin embargo, hoy veremos cómo debemos actuar en cada caso para prolongar su vida útil lo máximo posible.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que existen varios tipos de calderas. Si las catalogamos según el combustible que utilizan, nos encontramos con calderas de gas, de biomasa, de gasóleo o totalmente eléctricas. Cada una de ellas tiene sus propias características y peculiaridades dependiendo de la marca y el modelo, incluso, podemos encontrarnos algunas diferencias entre calderas que utilicen el mismo combustible. Pero todas ellas necesitan un mantenimiento periódico, normalmente de manera anual y es imprescindible tenerlo al día. A la hora de la inspección de la caldera es importante que de forma paralela revisen la instalación eléctrica, incluso tú puedes detectar averías y evitar un mal mayor.
Es vital saber distinguir si nuestra caldera es mixta o solo de climatización.
Igualmente, es importante consultar con un técnico profesional, bien sea de la propia marca de nuestra caldera o bien poniéndote en contacto con MULTIMAP, para verificar el mantenimiento y uso que nuestro tipo de caldera demandará.
Se trata de una cuestión rodeada de ciertos matices. En primer lugar, algunas calderas gozan de un sistema de ahorro preparado para cada ocasión, si nuestra caldera es una de ellas, podemos, simplemente, ponerla en “modo verano” durante los meses en los que le vayamos a dar menos uso. De esta forma, se prestablecerán unos valores medios y suaves.
Si no es nuestro caso, podemos programarla manualmente estableciendo una temperatura ambiente media entre 18-21ºC, así evitamos poner a pleno funcionamiento la caldera cuando entramos en casa y el sobre coste económico que esto supone.
También podemos instalar termostatos que no solo regulen la temperatura, sino que apaguen la caldera por completo si vamos a pasar varios días fuera de casa y que la encienda al menos 1 día antes de nuestra llegada.
Por el contrario, si vamos a estar de viaje durante una larga temporada, podemos apagarla por completo, tanto si se trata de un sistema mixto como uno exclusivamente de climatización. Sobre todo, si la caldera es totalmente eléctrica o se alimenta mediante placas solares. Este tipo de sistemas pueden conllevar un gasto mayor de energía, y apagarlas durante este periodo puede ayudar a nuestro bolsillo en torno a un 10%, ya que, aunque no les demos uso, existe un mínimo constante en el consumo eléctrico.
Bajo el supuesto de una ausencia prolongada, también es muy recomendable cerrar las llaves de corte del agua para evitar posibles inundaciones o las llaves del gas, para evitar que, debido a una fuga constante de gas, se produzca una explosión. Si hay algún escape, el gas tiende a acumularse en el suelo de la vivienda y si no tenemos alguna rendija abierta al exterior para ventilar, este gas se acumula y puede incendiar al producirse cualquier chispazo en la instalación eléctrica.
Sin embargo, para las zonas de muy bajas temperaturas durante todo el año, es recomendable no apagar nunca la caldera. Aunque no vayamos a utilizar los radiadores, estos corren el riesgo de congelación del agua que hay en su interior. Algunas calderas cuentan con un sistema de protección contra heladas, pero, aun así, es preferible mantener siempre una temperatura mínima del agua entre los 7-9ºC.
Por el contrario, si estamos en casa durante todo el verano, la mejor opción puede ser simplemente apagar los radiadores, y mantener la caldera encendida solo para utilizar la instalación de agua caliente. Preservando así una temperatura constante en el interior del sistema de climatización del entorno a los 15ºC, aunque no llegue a expulsar calor.
Cuando queramos volver a poner en funcionamiento nuestra caldera, es importante acordarse de activarla 1-2 antes de comenzar a utilizarla de nuevo.
En definitiva, apagar la caldera en verano o dejarla encendida va a depender del tipo de caldera que tengamos, de nuestra zona climática y del uso que hagamos. Pero sin lugar a duda, es importante asesorarse con un profesional de los muchos disponibles en MULTIMAP.