¿Cómo cambiar el radiador?

Cambiar un radiador de calefacción por otro es una tarea que entraña cierta dificultad, sobre todo si no se tiene experiencia suficiente en trabajos similares o si es necesario modificar algunos componentes de la instalación. En estos casos, lo aconsejable es que lo haga un profesional, ya que modificar o simplemente manipular ciertos puntos de la instalación puede resultar realmente complicado.

Si solamente se trata de sustituir un radiador por otro de las mismas características y dimensiones, sin tener que cambiar la válvula de entrada ni el detentor, es posible que puedas realizarlo tú mismo. 

Si, finalmente, te animas a hacerlo tú, debes tener en cuenta que la mejor época del año para manipular elementos de la calefacción es el verano, porque en esta estación la calefacción no funciona y cualquier problema que surja se puede solucionar sin prisas ni agobios.

Elementos de un radiador que debes conocer

Antes de acometer esta tarea es importante conocer la nomenclatura de los elementos que lo componen.

El radiador es un emisor de calor formado por elementos unidos por manguitos mediante una junta. Los fabricantes suelen entregarlos ya montados. Puede ser de diversos materiales (aluminio, hierro fundido, tubos de acero, chapa de acero…). Se caracteriza porque tiene la entrada de agua caliente en la parte superior y la salida de agua fría en la parte inferior del lado opuesto. 

Sus componentes esenciales son:

• La válvula de entrada. Abre y cierra el paso de agua al radiador.
• El detentor. Se encarga de regular la salida del agua del radiador.
• El purgador. Está en la parte superior del radiador y se encarga de expulsar el aire de las instalaciones.

Cómo cambiar un radiador de calefacción, paso a paso

Paso 1. Comprobaciones

Comprueba previamente que la entrada y salida del agua del nuevo radiador coincide con las del antiguo. Si no es así, no te metas en líos y llama a un técnico.

Asimismo, debes asegurarte de que los soportes son válidos y están a la medida correcta. En caso contrario y si este es el único problema, puedes solucionarlo tú mismo colocándolos donde convenga utilizando un taladro y tacos.

Paso 2. Corta el agua

Para evitar inundaciones y posibles averías con la instalación eléctrica, corta el paso del agua al radiador cerrando completamente la válvula de entrada y el detentor. Una vez cerradas estas dos llaves, se puede desmontar el radiador sin necesidad de vaciar toda la instalación.

Paso 3. Vacía el radiador

Afloja las tuercas de la válvula de entrada y del detentor. Comenzará a salir agua. Recógela en algún recipiente que hayas preparado previamente al efecto. Si aflojas también el purgador, se vaciará más rápidamente. 

Paso 4. Quita el radiador

Cuando haya terminado de salir agua, afloja completamente las tuercas y desmonta el radiador de su sitio. Aún tendrá algo de agua en su interior. Ten previsto un recipiente para vaciarlo por completo.

Paso 5. Limpieza 

Limpia el borde del asiento del tapón o los tapones del radiador con ayuda de un cúter para dejar preparada la zona y proceder a la instalación del nuevo radiador. 

Paso 6. Monta las piezas del nuevo radiador

Enrosca los tapones para la válvula y el detentor en el radiador, así como el purgador, colocando primero las juntas. Para sellar mejor las tuercas y evitar fugas de agua, utiliza cáñamo, que responde mejor que el teflón a las altas temperaturas. Aprieta fuertemente con la llave inglesa.

Paso 7. Instala el nuevo radiador

Para terminar, presenta el nuevo radiador y conecta la válvula y el detentor con las tomas de agua de la pared. 

Paso 8. Verificar el funcionamiento

Abre la válvula de entrada y el detentor y comprueba que no existen fugas de agua. Purga el radiador para sacarle el aire. 

Recuerda: si te surgen dudas o encuentras alguna dificultad a la hora de cambiar tú mismo el radiador, no lo dudes, llama a un técnico y en poco tiempo te lo solucionará.