¿Cómo alisar una pared para pintarla?

En los años 60, con el boom inmobiliario, se construyeron miles de viviendas en España. La rapidez con la que se levantaron hizo que no fueran todo lo perfectas que cabría esperar.

Había muchos fallos que era preciso tapar, como las paredes, que muchas veces se mostraban con desniveles e imperfecciones.

Así es como se universalizó el gotelé: como la solución perfecta para disimular todas esas taras de obra.

Por esta razón, muchas casas antiguas presentan este acabado en sus paredes, una técnica que se ha mantenido en otras muchas de nueva construcción por el mismo motivo: esconder pequeños fallos.

Si este es tu caso y sueñas con unas paredes infinitamente lisas y suaves, donde los colores capten la luz de una forma única, no te queda otra que deshacerte del ahora denostado gotelé o, si no lo tiene, arreglar las imperfecciones.

Te contamos cómo alisar una pared tú mismo.

¿Cómo alisar una pared?

Generalmente, cuando se quiere alisar una pared es para quitar el gotelé, en la mayoría de los casos, o porque ya están alisadas, pero se quiere mejorar su superficie y uniformidad.

Existen diferentes técnicas, desde el lijado completo manual o con máquinas hasta la aplicación de masillas y pastas.

Como nuestro interés, en esta ocasión es alisar paredes de cualquier tipo, explicaremos los pasos a seguir para alisar paredes con masilla.

• Si la pared es lisa, pero con imperfecciones, vacía todas las grietas o fisuras con ayuda de una espátula para eliminar el polvo y el material suelto que puedan tener.
• Si la pared tiene gotelé, hay que reducir el tamaño de los granos para que no sea necesario aplicar plaste en exceso. Para ello, hay que raspar los granos con ayuda de la espátula. Si la pared está al temple, previamente se puede mojar con una esponja para ayudar a retirar los granos.
• Rellena todas las zonas de grietas y agujeros con masilla, aprisionándola bien con una espátula. Para mejorar la adherencia de la masilla puedes pulverizar previamente un spray de fijador.

• Extiende la primera capa de plaste. Para este trabajo necesitarás una llana y una espátula.
• Una vez seca, lija la superficie haciendo movimientos circulares. Utiliza una lija de grano medio.
• Repite estos dos últimos pasos las veces que sea necesario hasta cubrir por completo la pared y dejarla lisa.

Como ves, la tarea no entraña gran dificultad. Eso sí, requiere de mucha paciencia y es muy cansada y tediosa.

¿Cuánto cuesta alisar una pared?

El precio de alisar paredes puede variar mucho en función del tipo de gotelé, el tamaño de las gotas y el tipo de pintura.

La pintura al temple es más fácil de retirar que la plástica y, por tanto, más económico. Lo mismo ocurre cuando las gotas son pequeñas: es más sencillo eliminarlas.

También influye la antigüedad de la vivienda o el estado de la pared. Si esta presenta grietas, agujeros, desniveles, imperfecciones, etc., necesitará un tratamiento más a fondo y, por tanto, el coste será más elevado.

El coste de quitar el gotelé oscila entre los 8 y 15 euros por metro cuadrado, mientras que el precio de alisar y pintar paredes está entre los 10 y 30 euros por metro cuadrado.

Solicita tu presupuesto para alisar las paredes de tu hogar con un profesional.