El aluminio es un material resistente muy utilizado en la fabricación de ventanas. Esto se debe a que apenas necesita mantenimiento y funciona muy bien como aislante.
Para ello, tenemos que haber elegido perfiles y materiales de calidad que, aunque en un inicio pueden resultar más costosos, a la larga resultan más rentables por el ahorro que proporcionan tanto de energía como en reparaciones.
No obstante, a pesar de su resistencia, puede ser necesario reparar la ventana de aluminio.
Este material, como ocurre con cualquier otro, puede sufrir desperfectos durante su vida útil, sobre todo en la parte más débil: el sistema de cierre o pestillo que engancha la ventana corredera con la hendidura del marco.
Son muchos los motivos que pueden llevar a que los cierres de aluminio no estén en perfecto estado: el desgaste por el propio uso, el paso del tiempo, una mala instalación, un mantenimiento inadecuado o, simplemente, debido a los golpes o a un mal uso de los mismos.
En todos estos casos, es importante reparar la ventana de aluminio cuanto antes. La razón es que, aunque estos problemas pueden parecer pequeños, terminan afectando considerablemente a la calidad de vida y al bolsillo, ya que las fugas y pérdidas tanto de frío como de calor que se generan reducen tanto el aislamiento térmico como el acústico.
Por suerte, estas pequeñas averías relacionadas con el sistema de cierre, las podemos reparar nosotros mismos.
Respecto a fallos producidos en los cierres de las ventanas, dos son las situaciones que podemos encontrar: que estén desajustados o rotos.
La reparación, en el primer caso, consistirá en proceder a su regulación.
Verás que la pieza de sujeción o enganche del pestillo se ha caído por el uso continuado, desajustando su altura.
Debemos ajustar la altura correcta aflojando los tornillos mediante una llave Allen y apretándolos nuevamente cuando comprobamos que vuelve a engancharse correctamente con la pieza del marco de la ventana.
Tras el ajuste, no estaría de más lubricar el pestillo con una gota de aceite.
Si la pieza de sujeción o enganche se ha partido, no queda más remedio que sustituirla.
En este caso, hay que proceder a sacar el mecanismo roto, quitando previamente el posible embellecedor que suele tener, y sustituirlo por uno nuevo.
Como se puede apreciar, los cierres de aluminio cuentan con posibilidad de reparación.
De hecho, el 90 por ciento de las averías o de los problemas que surgen tanto en puertas como en ventanas de aluminio, según informaciones de expertos cerrajeros, pueden solucionarse.
Lo que no debes hacer nunca es dejar pasar el tiempo sin reparar estas pequeñas averías en tu ventana de aluminio porque el daño puede ser entonces irremediable o por lo menos mucho más costosa su reparación.
Si no te atreves a hacerlo tú mismo, la mejor opción es contactar con un profesional que te ofrezca las mejores alternativas y la mejor solución de reparación. En MAPFRE, contamos con profesionales expertos en arreglos de ventanas de aluminio en general.