Los muebles a medida son los que realizan los carpinteros bajo demanda, cuyo diseño responde al espacio que haya disponible o destinado a ese fin y que se adaptan a las preferencias, necesidades y estilo de quien lo encarga.
Se realizan desde cero con la asesoría de algún experto diseñador o arquitecto y los fabrican artesanos de la carpintería con los materiales y acabados pautados por el cliente.
Se suelen realizar muebles a medida cuando en el mercado no hay nada que se ajuste a la necesidad o hueco disponible. Por ejemplo, se hacen para aprovechar los retranqueos existentes en la pared, para cubrir los huecos muertos, sobre una puerta, bajo una ventana, entre dos columnas…
Los muebles a medida son ideales para cuando, tras la reforma de una casa, se detecta la necesidad de disimular tabiques torcidos y suelos desiguales, o una habitación de formas complicadas, donde la colocación de un mueble estándar se convierte en un desafío. En ocasiones, puede ser la única solución para aprovechar espacios pequeños en el hogar o para generar más posibilidades de almacenaje.
El mueble a medida perfecto cubre una necesidad, acompaña a la decoración y no provoca demasiado ruido visual. Es habitual recurrir a un carpintero para hacer, por ejemplo, un mueble donde encajar un sofá en un hueco incompatible con los tamaños que venden en tiendas ya hechos, al que se le puede poner detrás una librería o almacenamiento debajo.
Los muebles a medida de salón o sala de estar pueden tener librería, contemplar la posibilidad de ocultar electrodomésticos como el televisor (con paneles deslizantes) y albergar varias formas de almacenamiento que ayuden a la limpieza y orden del hogar.
Se pueden hacer muebles de cocina a medida, por supuesto, muebles de baño a medida bajo el lavabo, también a modo de banco en la mesa de la cocina, para cubrir el hueco inútil de una escalera, en forma de estanterías a medida entre dos columnas o como cabecero en altura con pequeña librería o almacenamiento incorporado… Las posibilidades son infinitas.
Es menos frecuente, por ejemplo, que se pidan mesas a medida, aunque también existen, sobre todo si requieren dimensiones mayores de lo habitual. Y, sin duda, pueden hacerse muebles a medida para separar ambientes en la misma habitación o para dividir zonas en las que se busca cierta intimidad.
Encargar un mueble a medida puede ser mejor que recorrer las tiendas en busca de la pieza perfecta por varios motivos:
La inversión de hacer muebles a medida es importante porque el precio de su fabricación es superior. ¿La razón? Que en su fabricación no intervienen procesos industriales que faciliten las economías de escala que normalmente permiten reducir costes. Los materiales se compran en lotes menores que no son tan económicos y la mano de obra artesana es cualificada, tiene mucha demanda y se paga cara.
Lo ideal es que sea un profesional quien tome las medidas, aunque podemos recoger pautas aproximadas o calcular con estándares. Por ejemplo, en librerías a medida el fondo exigido suele ser 30 centímetros. En un armario, mínimo 40.
Si la idea es hacer un banco con almacenamiento para la mesa de la cocina o el comedor, el asiento debe ser de 45 centímetros y el ancho se ajustará al de la mesa a la que va a dar servicio. Por último, un escritorio para trabajar o estudiar a medida suele exigir un tablero de, mínimo, 65 centímetros de fondo -aunque lo ideal es dejar 80 para poder colocar los brazos en la posición ergonómica recomendada, con los antebrazos sobre la mesa-.
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