Ideas para ocultar el cuadro eléctrico

El cuadro eléctrico (también llamado caja de luces) es un elemento básico que hay en todas las casas y sirve para proteger los circuitos de la instalación eléctrica de posibles riesgos por algún cortocircuito o sobrecarga en la red eléctrica.

Suele estar en la entrada a la vivienda, y arquitectos y constructores conocen perfectamente cuál tiene que ser su ubicación, la altura a la que se ha de colocar, etc. ya que todas esas indicaciones vienen recogidas en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT).

Ahí se habla de las distancias que debe cumplir con respecto al suelo y al techo y al momento de instalarlo, y estas medidas afectarán a la elección de cualquier elemento que queramos usar para ocultar el cuadro eléctrico o, al menos, disimularlo para que no afee la decoración de casa.

El cuadro eléctrico de la vivienda ha de colocarse a una distancia mínima de 1,40 desde el suelo y nunca superior a los dos metros. Recoge también la normativa que el cuadro de luces puede ubicarse empotrado y en superficie, dentro de armazones de protección o no, incluso dentro de muros. En ningún sitio recoge que no pueda usarse un cuadro para ocultar el cuadro eléctrico, de hecho no se habla de poder o no poder ocultar cuadros eléctricos.

En todo caso, los electricistas insisten: no pasa nada porque, buscando ideas para ocultar el cuadro de la luz, pongamos encima un cuadro que sea fácil de descolgar (y es positivo que su puerta esté protegida frente a golpes o salpicaduras), pero no hay que olvidar que lo importante es que pueda accederse a él siempre que sea necesario sin demasiada complicación. Es preferible que no sea algo delicado.

No olvidemos que uno de los motivos por los que se acude a él con frecuencia es cuando se va la luz y descolgar un marco con cristal a oscuras no parece muy buena idea.

Cómo tapar un cuadro eléctrico vertical

Todos los aficionados a la decoración saben que, como estos elementos suele estar en un lugar donde se ven (sobre todo cuando están en la zona del hall), hay que aprovechar e intentar usarlos como punto de apoyo donde ubicar elementos útiles, tales como un cuelga-llaves, un perchero de pared o un espejo.

Si el cuadro es vertical, grande y está detrás de una puerta o en un sitio donde no se ve mucho, lo ideal es intentar ocultarlo, mimetizándolo con la pared. Las opciones en este caso pasan por pintar la puerta de la caja de luces con la misma pintura usada en las paredes o usar el papel o tela con la que se ha cubierto la pared para jugar a mimetizarlo.

Tampoco parece mala idea colgar sobre la caja de luces un espejo de cuerpo entero, si es que hay espacio suficiente para parar a mirarse o también uno de esos percheros de pared que tienen un embellecedor de madera debajo.

Cómo tapar un cuadro eléctrico horizontal

Aquí las opciones son más sencillas. Todos hemos visto alguna vez una de esas cajas para ocultar un cuadro eléctrico, pero también un cuadro de luces horizontal es perfecto para ser cubierto con un cuadro, con un cuelga-llaves, con un espejo, con un marco de fotos, incluso de fotos digitales. Todas estas cosas, incluido algún que otro armario para ocultar el cuadro eléctrico, se venden en las tiendas de decoración y de cosas para el hogar, aunque también esta puede ser una buena oportunidad para dar rienda suelta a la imaginación si eres amante del bricolaje.

¿Qué tal fabricar tu propia caja para ocultar el cuadro eléctrico?

En todo caso, al ser los cuadros de luces elementos que muchas veces están ocultos tras una puerta o en un sitio poco privilegiado de un pasillo, quizá tampoco interesa mucho, a efectos de decoración, llamar mucho la atención sobre ellos. Una caja con solapa pintada del mismo color de la pared puede ser una buena idea. Los llaman cubre-contadores y se pueden adaptar a la decoración o dejarse pintados o empapelados con el mismo motivo del resto de la pared para que pasen desapercibidos.

¿Cómo reparar un cuadro eléctrico?

Suelen encargarse de su colocación y reparación instaladores profesionales. Aunque sea un elemento que se maneja de forma cotidiana, no hay que olvidar que su mala utilización no está exenta de riesgos.

En el artículo 20 del citado reglamento REBT se deja claro que es el propietario de la instalación el responsable de mantenerlo en buen estado y que solo pueden intervenir en él o modificar alguno de sus componentes operarios autorizados formados para ello.

La instalación se debe revisar cada cinco años como mínimo y debe hacerlo un profesional.

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