Tras una mudanza, hay que volver a la normalidad. Ello implica, entre otras cosas, que todos los aparatos electrodomésticos tienen que instalarse de nuevo para que estén en disposición de continuar realizando su función. Uno de ellos es el lavavajillas.
Si este es tu caso, es decir, acabas de mudarte a otra vivienda, te mostramos una serie de pasos que deberás seguir para instalar el lavavajillas en tu nueva cocina.
Este tipo de instalaciones no constituye un proceso demasiado complejo. Cualquier persona con unos conocimientos básicos de fontanería puede hacerlo con garantías de éxito.
No obstante, si tienes alguna duda, puedes consultar las instrucciones para su instalación que figuran en el manual de montaje que proporciona el fabricante del electrodoméstico.
He aquí los pasos que debes seguir para instalar tu lavavajillas:
Antes de nada, es fundamental que compruebes que el aparato encaja perfectamente en el hueco dispuesto para ello en la nueva cocina.
Identifica cuál es la entrada de agua fría y cierra la llave de paso para evitar cualquier accidente.
Si existe una toma de agua individual para el lavavajillas, conecta a ella la goma de entrada de agua del aparato.
Si debe compartir la toma de agua con el grifo del fregadero, desmonta el latiguillo de la entrada de agua al grifo y en su lugar instala una T con salidas para el lavavajillas y el grifo.
Conecta la toma de agua del grifo y del lavavajillas a la T utilizando una llave inglesa.
Una vez conectadas las tomas de agua, hay que instalar los tubos de evacuación. Para ello, suelta la pieza que une el sifón al fregadero. Sustituye el tubo de desagüe por otro que tenga un enlace de desagüe para lavavajillas. Móntalo de nuevo, regula su altura y aprieta la tuerca del sifón. Finalmente, conecta a este enlace la goma de desagüe del lavavajillas.
Truco: Para que el agua que desagüe el fregadero no vaya al lavavajillas, asegura por detrás de este su tubería de desagüe a la encimera mediante una brida y un tornillo para que el arco superior del tubo esté más alto que la entrada de desagüe.
Conecta el lavavajillas a la corriente.
Abre el agua y haz un lavado en vacío para comprobar su correcto funcionamiento. Comprueba, asimismo, que no existen problemas de goteo por ninguna de las juntas.
Inserta el lavavajillas en su hueco evitando enredar algún cable o tubo de agua que se encuentre debajo de él y regula la altura de las patas hasta verificar que se encuentra a perfectamente nivelado.
Siguiendo estos pasos, tú mismo puedas instalar un lavavajillas en tu casa fácilmente. Pero si no te atreves, lo mejor es contratar un profesional.