El paso del tiempo y las condiciones meteorológicas hacen que, inevitablemente, las baldosas originales de la terraza y las juntas se vayan desgastando y sea necesario impermeabilizar la terraza.
El deterioro de las juntas puede desencadenar otros problemas. Pueden empezar a aparecer filtraciones y humedades hacia el piso inferior.
Para evitarlo o, si ya hay problemas de humedades, no queda otra solución que renovar e impermeabilizar la terraza.
Impermeabilizar una terraza consiste, básicamente, en extender sobre el suelo y/o las paredes un material impermeabilizante.
El objetivo que se busca es impedir o detener el paso del agua al inmueble.
Existen diferentes métodos para impermeabilizar una terraza.
Si quieres hacerlo sin levantar el suelo, deberás tener en cuenta la forma (regular o irregular) de la terraza, el estado del soporte (baldosas, cemento…) y la superficie que tenga.
Para terrazas de pequeñas dimensiones, que son las que existen en la mayoría de las viviendas, aconsejamos dos métodos, dentro de la variedad de clases de impermeabilización que existen:
La tela asfáltica es el sistema más tradicional y económico para impermeabilizar una terraza.
Es resistente y duradera, ofreciendo, al mismo tiempo, una excelente impermeabilización.
Su aplicación es sencilla: