El problema de las puertas de aluminio que se descuelgan es más frecuente de lo que uno desearía. El peso del acristalamiento que llevan estas puertas provoca que tarde o temprano este problema se presente.
Los síntomas más habituales son que la cerradura no cierra bien, la puerta se descuadra provocando que roce en el suelo e impidiendo un cierre correcto, lo que obliga a forzar un poco la puerta para poder cerrarla.
Para arreglar una puerta de aluminio que se descuelga, lo primero que hay que hacer es identificar la causa del problema.
Normalmente son las bisagras las causantes del descuadre, pero también puede ser por deformación de la propia puerta.
Una puerta de aluminio suele llevar como mínimo tres bisagras: una abajo, otra en el centro y otra en la parte superior de la puerta.
En cuanto a su tipología, es muy variada, porque cada fabricante crea sus propios modelos. Dependiendo de cada modelo, habrá que actuar de una u otra manera.
Actuando poco a poco y con tiento sobre las tres bisagras se puede solucionar el problema del descuelgue.
Si se observa que las bisagras están viejas o rotas, hay que sustituirlas. Un simple cambio puede solucionar definitivamente el problema.
En otras ocasiones, la dificultad para cerrar una puerta puede deberse a un descuadre muy pronunciado debido, generalmente, a que el cristal no está bien calzado.
La mejor manera de comprobar la causa del fallo es medir las diagonales de la puerta. Si no dan la misma medida es que la puerta está descuadrada.
En este caso no serviría de nada subir las bisagras porque alguno de los ángulos de la puerta seguiría chocando con el marco.
Calzar debidamente un cristal es una tarea que debería realizar un profesional, pero si te atreves, con un poco de ganas y maña, puedes realizarla también tú mismo.
Para ello, debes comenzar por adquirir unos pequeños tacos o cuñas de PVC de distintas medidas, que luego colocarás en el interior del perfil.
Para colocar las cuñas debes quitar previamente la silicona, las gomas y los perfiles. Tienes que hacerlo todo con sumo cuidado para no dañar la puerta.
Cuando ya tienes a la vista los bordes del cristal, coloca las cuñas presionando el cristal contra el aluminio:
No obstante, en muchas ocasiones, para corregir una puerta de aluminio hay que desmontarla por completo y volver a montarla de forma correcta.
Si se da este caso, es aconsejable acudir a un profesional, carpintero o cristalero, salvo que seas un auténtico manitas y tengas una buena dotación de herramientas.