Cambia el grifo de tu cocina de forma sencilla

En todos los hogares existen pequeñas reparaciones que podemos abordar nosotros mismos sin ningún tipo de problema, siempre y cuando conozcamos algunos trucos y nociones básicas que veremos a continuación.

 Cómo cambiar un grifo de cocina es una de ellas y con unas pocas herramientas y tus propias manos, podrás hacerlo de una manera rápida y sencilla.

¿Cuándo es necesario cambiar el grifo de la cocina?

Ningún grifo es eterno, con el paso de los años cualquier modelo se puede ir deteriorando, independientemente de su diseño, el material de fabricación o la marca del producto.

Sin embargo, sí es cierto que, curiosamente, dependiendo de tu posición geográfica, este deterioro será más o menos progresivo. Esto es causado por el nivel de cal en el agua corriente de suministro común.

La cal es un gran enemigo para este tipo de accesorios, se puede ir acumulando poco a poco en el interior hasta causar un atranque por atoración. En España, cada provincia suministra el agua a sus ciudadanos en función de sus recursos más cercanos, y algunas de ellas contienen más cal que otras.

Por ejemplo, en Madrid, el nivel de cal es mucho menor que en Murcia o Almería, por lo que, seguramente, la vida útil de cualquier grifo será mucho mayor y no será necesario cambiarlo con tanta frecuencia.

Igualmente, los motivos para cambiar un grifo de cocina pueden ser más variados, desde la mera estética, hasta por una mala instalación de nuestro viejo grifo. Por ello, aunque se trate de un proceso muy sencillo, si no queremos tener ningún tipo de problema, debemos realizar un mantenimiento periódico del mismo, comprobando si existen perdidas de agua por alguna parte.

También podemos recurrir directamente a un técnico profesional o fontanero poniéndote en contacto con MULTIMAP, para asegurarnos de que todo esté en orden.

¿Qué herramientas necesito para cambiar un grifo de cocina?

Únicamente necesitaremos un par de herramientas básicas que seguro encontraremos en cualquier hogar: un destornillador (de estrella y plano) y una llave inglesa de un diámetro apropiado para apretar y aflojar las tuercas que tengamos en casa.

¿Cómo cambiar un grifo de cocina?

Por lo general, cuando compramos cualquier grifo para fregadero, este lleva incorporado todas las piezas necesarias para instalarlo: los latiguillos, los tornillos y las tuercas.

Incluso es posible que, en alguno de ellos, nos encontremos con un breve manual de instrucciones.

1. Antes de empezar, tendremos que cortar las llaves de paso del agua de la cocina para evitar inundaciones, con todos los problemas de humedad que se esto deriva. Si nuestra cocina no tiene llaves de corte, tendremos que cortar las llaves generales de la vivienda.

2. Ahora, en primer lugar, tendremos que desmontar nuestro viejo grifo de cocina. Con las llaves de paso cortadas, comprobaremos que no salga agua del grifo al abrirlo y acto seguido procederemos a aflojar las tuercas de conexión entre los latiguillos y la red de agua.

3. Se trata de dos latiguillos: el de agua caliente y el de agua fría. Lo normal es que salga un poco de agua de cada uno al desmontarlos, no debemos preocuparnos, es básicamente la que se ha acumulado en su interior.

4. A continuación, aflojaremos el tornillo de sujeción del grifo a la encimera, trabajando siempre por el inferior de esta. Es un proceso muy intuitivo y sencillo.

5. Con el tornillo totalmente aflojado, desmontaremos con nuestras propias manos el grifo. Es posible que tengamos que retirar primero una gran arandela que sujeta al grifo, también por el inferior de la encimera, y acto seguido lo quitaremos completamente por la parte superior.

6. Para colocar nuestro nuevo grifo, desmontamos en primer lugar el tornillo de sujeción con la junta y el soporte para poder insertar los latiguillos desde arriba y pasarlos por el agujero de la encimera.

   Lo colocaremos en la posición que queramos y volveremos a montar el tornillo con la junta desde abajo, desde la misma posición donde desmontamos el viejo grifo. Primero con la mano y posteriormente apretando con el destornillador.

7. Una vez que lo tengamos bien sujeto y el tornillo bien apretado, procederemos a conectar los latiguillos a las tomas de agua. Uno con el agua fría y el otro con el agua caliente.

   Este paso es extremadamente sencillo a la vez que delicado, ya que podemos hacerlo simplemente con las manos para terminar apretándolo con la llave inglesa, pero sin pasarnos ni quedarnos cortos de fuerza.

8. Volveremos a abrir las llaves de paso y comprobaremos que dichas uniones entre los latiguillos y tomas de agua no tienen ningún tipo de pérdida. De ser así, tendremos que apretarlas un poco más.

Con estos sencillos pasos aprenderemos cómo cambiar el grifo del fregadero sin necesidad de recurrir a un fontanero. Igualmente, recomendamos seguir controlando la posible pérdida de agua que pueda haber en los días posteriores al cambio.

Jose Moreno Ferre

Arquitecto